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Empecé a adentrarme en el ecosistema de Myspace por allá en el año 2005 aproximadamente, sin embargo, no fue la primera red social que conocí, pero si la primera que realmente se apoderó de mi ser. Tuve experiencias previas con HI5, y evidentemente con servicios de mensajería instantánea como ICQ y MSN, que si bien no eran redes sociales como tal, fueron pseudo-precursores de la actual conectividad mediática de las redes sociales, y encajan perfectamente dentro del concepto de lo que quiero transmitir con esta disertación que versa precisamente sobre el día que decidí alejarme de las redes sociales.

Cuando conocí Myspace fue como una gran revelación, no podía creer la cantidad de música inédita que había en la red, y además tenía la posibilidad de enviarle mensajes directamente a muchos de mis ídolos musicales, quienes en algunos casos se tomaban el tiempo para responder… oh, aquellos mágicos días y noches infinitas de Myspace, no volverán.

Gracias a Myspace logré hacer muy buen networking en el ámbito musical, y lo utilicé como una excelente herramienta de marketing, pero eso no es todo, esta fue la primera red social que me abdujo propiamente dicho; Myspace se apoderó de mi de una manera en la que nunca antes me había enganchado en la computadora.

Invertí un sin fin de horas escuchando música, leyendo comentarios ajenos, viendo perfiles de desconocidos, escribiendo mensajes, compartiendo canciones,  y al mismo tiempo, intentaba crear mi propio espacio dentro de la industria de la música electrónica. De pronto, Myspace ya no era solo una herramienta de marketing, sino una herramienta para interrelacionarme con otras personas, e incluso servía hasta para ligar…

Myspace en gran parte fue responsable del pseudónimo musical que usé por mucho tiempo: Ordep Zerep. No pienso dilatarme más en los orígenes de este aka para no salirme del tema principal, pero en otro momento escribiré esta historia. Ya para el 2008, de vuelta en Caracas después de unos cuantos años en Barcelona, mi ex novia me indujo a que probara Facebook, una red relativamente nueva que ella llevaba rato usando pero que yo me negaba a usar porque pensaba que ya Myspace me quitaba demasiado tiempo… ohhh lord, please have mercy! No tenía ni la menor idea de lo que venía por delante.

Me abrí una cuentra en Facebook, y el resto sucedió por efecto dominó; siguió Twitter, YouTube, StumbleUpon, Tumblr, Soundcloud, Pinterest, Mixcloud, LinkedIN, Whatsapp, SnapChat, Reddit, Instagram, Twitch y pare ud de contar… la lista pica y se extiende hasta llegar a la más novedosa y pomposa de las redes sociales en la actualidad: TikTok.

Ya en este punto me siento totalmente atrapado por la red, mi vida transcurre en ese cyber espacio controlado y manipulado por unos cuantos tecnócratas quienes nos usan como input para sus proyectos de AI y control de identidad integral.

Llevo años tratando de dejar de usar las redes sociales y puedo dar fé de que todos mis intentos han sido fútiles. Es por esto que pretendo hacer este experimento en formato challege, pienso pasar 30 días sin revisar mis redes sociales, aunque ciertas condiciones aplican. Pienso publicar contenido, pero no consumir contenido ni comunicarme a través de mis redes sociales (no incluye Whatsapp por razones de trabajo).

Esta será la primera etapa de este experimento, después de un mes veré si logro superarla y tomaré nuevas decisiones en base a los resultados obtenidos. Hay un gran margen de posibilidades de que no lo logre, pero en lo más profundo de mi ser hay algo que me dice que lo voy a lograr, así que lo voy a hacer porque quiero, y porque puedo. Todavía no tengo muy  claro que va a pasar con Netflix, les iré contando sobre la marcha.

Es por esta razón que decidí escribir al respecto para informar a todos mis contactos sobre este receso de consumo digital que me pienso tomar. Parte de la idea es que quiero centralizar los contenidos que género en mi página web (www.federicoblank.com), y de ahí compartir a las redes sociales. Tengo el blog de mi página en lo más profundo del abandono, así que pienso aprovechar este tiempo sin redes para ir publicando contenidos que llevo bastante tiempo queriendo escribir, y que por estar absorto en las redes, no lo he logrado.

También pienso seguir invirtiendo gran parte de mi tiempo en la producción musical y en publicar los live jams que vengo haciendo desde hace algún tiempo, seguiré con los streamings a través de OBS y de ahí transmitiré a las diferentes redes sin necesidad de meterme en ninguna en particular.

Seguro deben estar pensando: ¿Cuál será la diferencia entonces? Muy simple, una vez termine el live, no voy a ir corriendo a las redes a ver los comentarios y likes de las publicaciones, pienso desligarme de eso en la medida de lo posible. Esto no significa que desprecie los comentarios y likes ni mucho menos (los amo como todo el mundo), sino que simplemente cuando hago la sumatoria del tiempo que le invierto a esto cada vez que publico algún contenido, resulta siendo bastante tiempo útil que puedo aprovechar en labores de generación de valor.

En muchas ocasiones, me encuentro viviendo sin querer la vida de otras personas que ni siquiera conozco, solo se de ellos lo que puedo percibir a través de sus publicaciones, en otras ocasiones, viviendo digitalmente la vida de mis amigos y conocidos.

Estaré eternamente agradecido por ese sin fin de recuerdos, fotos, audios, videos, memes, mensajes, cuentos, noticias, y quien sabe que más. Todos esos contenidos que tanto me han nutrido por todos estos años; no obstante, siento la imperiosa necesidad de emprender este cambio de hábitos digitales para lograr una transformación interna.

Después de ver The Social Dilemma terminé de asimilar que mi conciencia me estaba pidiendo algo muy serio, realmente mi relación con las redes es una adicción, y estoy seguro que si me quito esa adicción voy a ser mucho más productivo.

Puede resultar paradójico ya que trabajo con Marketing Digital, pero me especializo en SEO, así que por el momento puedo prescindir de consumir información en las redes sociales, simplemente me voy a dedicar a crear contenidos (audios, videos, imágenes y textos), estudiar mucho, hacer consultorías SEO, ejercitarme, y obvio, no puede faltar la juerga ocasional cuando salgan toques.

En principio esto es lo que deseo hacer, ahora toca ver si es posible, por ello pienso documentar diariamente en mi blog los avances de este experimento llamado EL DÍA QUE DEJÉ LAS REDES SOCIALES.

Si te sientes identificado con esto, te invito a que me acompañes en este camino intrincado que implica desligarse de ciertos hábitos de la vida digital. Esto tampoco quiere decir que más nunca voy a utilizar las redes sociales, solo necesito probarme que puedo dejar de consumir su contenido por 30 míseros días.

¡Hagan sus apuestas!


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