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Durante el fin de semana estuve investigando sobre las causas y los síntomas que reflejan una adicción a las redes sociales y mis hallazgos no fueron muy alentadores. Pude confirmar que realmente sufro de una severa adicción a las redes sociales; afortunadamente me auto impuse tratamiento para lograr superar esta afección que tanto tiempo útil me ha robado.

Más allá de las redes sociales, siempre surgen motivos para procrastinar, como ya no me la paso metido en Instagram o Facebook, he buscado refugio en Netflix. Esto no quiere decir que he dejado de cumplir con mis obligaciones, pero si estoy seguro que liberando todo el tiempo que invierto en redes o viendo series, podría ser mucho más productivo y exitoso.

Casi todo el tiempo útil que estoy liberando con esta iniciativa lo re-invierto en educación y trabajo. Estoy aprovechando para hacer varios cursos de SEO que tenía pendientes, e incluso ando contemplando la posibilidad de hacer una maestría en la materia. También he estado aprendiendo sobre cómo darle mejor uso a mis sintetizadores, y he tratado de hacer ejercicio de manera más constante. Sin embargo, aún no me quito las ansias constantes de entrar a las redes, y creo que voy a tener que limitar el uso de Netflix para poder continuar con mi objetivo.

Según lo que invstigué sobre la adicción a las redes sociales, pude constatar que algunas de las principales señales de alarma son los siguientes:

  • Inversión desmesurada de tiempo en las redes sociales.
  • El grado de dependencia que siente el individuo cuando no hay internet.
  • El uso de las redes sociales para huir de las contrariedades que surgen en el día a día.
  • Repetidos intentos fallidos por abandonar la conducta.
  • La gravedad de las consecuencias que las redes sociales han generado en la vida académica, laboral y social del individuo.
  • Uso del internet como vía de escape.
  • Prolongación de la conducta aunque se conozcan los efectos negativos que este comportamiento ha generado.
  • Aislamiento.
  • Ansiedad por ingresar en las redes sociales.
  • Abandono de las tareas habituales y las relaciones interpersonales.
  • Depresión.
  • Placer de estar conectado en las redes.
  • Trastornos del sueño.
  • Pérdida de control de la conducta.
  • Bajo rendimiento en el trabajo o en la escuela a causa de la fatiga.
  • Mal humor producido por la imposibilidad de conectarse en las redes.
  • Cambios físicos, sociales y económicos.

Espero no estar siendo auto indulgente, pero en realidad no encajo en muchos de estos síntomas, pero en otros ciertamente sí. Sin embargo, años de estudios de varias organizaciones reconocidas han llegado a dicha lista de síntomas. Así que no voy a tapar el sol con un dedo, lo reitero, tengo una adicción a las redes sociales. Si estás leyendo esto y te sientes identificado con los síntomas,  lo más probable es que también estés atravesando por este mal de la modernidad tecnológica.

Ahora que veo el problema desde otra perspectiva, me doy cuenta como demasiada gente a mi alrededor también sufre de esta adicción digital y ni siquiera se dan cuenta o quieren aceptarlo. De cualquier forma, ya esto es cuestión de cada quien, solo espero que con este experimento pueda abrirle los ojos a unos cuantos.

La idea tampoco es dejar de usar las redes sociales, sino darles un uso responsable. Por ejemplo, en Facebook soy parte de varios grupos internacionales de SEO en donde hablan sobre muchas novedades y técnicas de la industria; también pertenezco un grupo buenísimo de sintetizadores que usualmente me hace el día con lo que publican. El punto es que no solo consumo información banal, sino también información seria que me ayuda en el día a día a nivel profesional. Lamentablemente mis queridos grupos van a tener que esperar a que termine este challenge.

Mientras tanto, para mitigar la tentación de usar las redes, voy a tener que ponerme algunos límites adicionales para ayudarme a cumplir con el objetivo. Creo que debo empezar por eliminar los íconos de las redes sociales de mi teléfono, de esta forma no podré acceder directamente; igualmente voy a intentar dejar el uso de Netflix única y exclusivamente para las noches cuando haya terminado con mi faena, y por último, voy a salirme de grupos de Whatsapp que sean prescindibles.

Por los momentos no he vuelto a recaer desde la semana pasada con las redes sociales, pero no he logrado escribir cada día. Ya comentaba algo al respecto en mi último artículo, no es fácil sacar un tema nuevo cada día, pero haré lo que se pueda. Mientras tanto sigo en pie de lucha combatiendo esta adicción a las redes sociales.


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